Cuentos de Libélula

En la vida siempre las hay, no hay que ver Lie to Me, ser mujer, listo, psicólogo, adivino, desconfiado, educado, reportero, político, analista, comerciante, viejo, chamán, brujo, mentalista, o tener superpoderes.

Diferente es hacerse el tonto, ciego, bruto y colaborador. Pero cuando huele feo es que esta podrido y hay asuntos que aunque los adornen, llevan siempre doble filo.

Claro que no hay peor ciego que el que no quiere ver, y entre los ciegos el tuerto es el rey. Pero hay que hacerse mucho el pendejo para no querer ver la inmundicia cuando brilla cual sol de medio día.

Ojala y esa espada de doble filo no corte cabezas inocentes, mulas o creyentes. Y que no se ensarte hasta dentro, donde nadie la va a sacar. Hay que saber en que hoyo se mete el dedo, porque si no hasta el codo se puede uno embarrar.