Blogger Template by Blogcrowds.

VOLADORES


 La libélula está esperando esperando a que el viento se deje de rebelar y la deje de nuevo volar, ese viento que muchas veces trajo hasta ella una sonrisa, alegría en el corazón y más, por qué el viento dejo de soplar a su favor y evitó que ella volase alto como las águilas.

Recuerda la libélula picola aquellas tardes de sol, donde el atardecer se escondía tras los altos edificios que la ventana enmarcada en madera dejaba ver desde la comodidad del cuero negro que saciaba la sed de los errantes voladores con las latas de líquido negro efervescente.

El águila como ave grande y protector, situaba al pequeño bichito en el lugar más cómodo, en el rincón ,entre sus alas enormes que cubrían su lineal cuerpo, a pesar de ello sus alas no fueron cubiertas, por eso el pequeño bichito voló.

Hoy ambos vuelan en cielos diferentes, ella sueña con volver y encontrar esa comodidad, la calidez  y los manjares que saben a miel. 

El águila, quien sabe, su vuelo es demasiado alto para saber, quizá y un día, se puedan leer los finos movimientos que realiza, como pinceladas sobre los lienzos que se dejan pintar, quizá no. Pero algo es certero, a pesar de sus diferencias, tanto el bichito como el ave tienen la certeza que existe una dimensión en la cual pueden ser uno, en armonía y llenos de ellos mismos, ese pequeño espacio en el universo, que tiene magia y color, sabe a gloria, sabe a amor. Son seres voladores, libres.

0 Comments:

Post a Comment



Entrada más reciente Entrada antigua Inicio